Queda la pregunta acerca de que si en Warhol encontramos "Arte". Su sociedad se preguntaba aquello, llegando a dudar de si el artista no estaría vendiendo más su persona que un don.
Sus figuras son inexpresivas. Presentan una línea caso comercial, sin duda influido por la publicidad, vestigios de sus trabajos pasados. De ahí que el estudioso de Warhol, D. Bourbon, cuestiona, "¿Encontraba belleza en las latas de comida de todos los días o estaba satirizando la estandarización y conformidad de la sociedad norteamericana?[1]"
Sin duda es arte. Su técnica será inexpresiva, centrado en el "envase", pero pese a su "fría" presentación, genera en el espectador una interpretación cargada de significaciones, aludiendo a referencias personales. Warhol copia imágenes. Pero las recontextualiza, las modifica y las dispone en un nuevo soporte, creado para provocar. La persona del artista está presente. Construye series, pero de diferentes tamaños y formatos. Es consumidor, pero también productor.
Critica Barbara Rose, analizando el Pop Art, "Sólo Andy Warhol ha ofrecido realmente algo nuevo en términos de técnica, adaptando el proceso comercial y meramente mecánico de la serigrafía a la intención de pintar un cuadro".
Tomemos el ejemplo de las latas de sopa Campbell. Aquéllas son un producto comercial, aparentemente simples. Los lienzos parecen sin imaginación. Sin embargo, el artista les asigna un rol. Y aquella obra que aparenta una escasez de sentido, es interpretada por el espectador, quien le ofrece un significado. Éste está dado por la precariedad de los objetos, la caducidad. Las repisas del supermercado se vacían, sin embargo, en la pintura, los productos envasados permanecen. La degradación es una preocupación del artista, ejemplificada en las latas de sopa con la etiqueta quebrada.
Warhol interpela a una sociedad de consumo. Pinta las sopas Campbell cuando el 80% de las latas de sopa envasadas que se vendían en EEUU eran de aquella marca. Pinta latas aisladas, sacadas del medio masivo. Sin embargo, también pinta conservas en hileras. Reproduce la producción en serie de los objetos de consumo de masas. Crea una pared de etiquetas que se refiere a las estanterías de un supermercado. Lleva al espectador a relacionar la experiencia del consumo, la abundancia, con la apreciación de una obra de arte. Y éste se confunde: busca un punto focal con la mirada, su mirada se desplaza por el cuadro, pero el centro se encuentra disperso.
Sus retratos en series cuadriculadas, por ejemplo de Marilyn Monroe, Jackie Kennedy y Elvis Presley, las hileras de sopas, sellos de correo aéreo, billetes de dólar y botellas de Coca Cola, y ketchup Heinz demuestran que Warhol recoge la producción en serie, característica de una cultura de masas centrada en la experiencia del consumo.
Sin embargo, interpela al espectador. Recoge y propone. Ello se ve en su respuesta frente a la pregunta acerca del significado de las sopas Campbell, ¿Qué más da lo que la sopa o la lata de Campbell signifiquen para mí? Lo importante es lo que cada uno de vosotros piensa…Yo ya he hecho mi declaración. Está ahí".
[1] David Bourdon, Warhol (Editorial Anagrama, Barcelona, 1989) p. 90.
Sus figuras son inexpresivas. Presentan una línea caso comercial, sin duda influido por la publicidad, vestigios de sus trabajos pasados. De ahí que el estudioso de Warhol, D. Bourbon, cuestiona, "¿Encontraba belleza en las latas de comida de todos los días o estaba satirizando la estandarización y conformidad de la sociedad norteamericana?[1]"
Sin duda es arte. Su técnica será inexpresiva, centrado en el "envase", pero pese a su "fría" presentación, genera en el espectador una interpretación cargada de significaciones, aludiendo a referencias personales. Warhol copia imágenes. Pero las recontextualiza, las modifica y las dispone en un nuevo soporte, creado para provocar. La persona del artista está presente. Construye series, pero de diferentes tamaños y formatos. Es consumidor, pero también productor.
Critica Barbara Rose, analizando el Pop Art, "Sólo Andy Warhol ha ofrecido realmente algo nuevo en términos de técnica, adaptando el proceso comercial y meramente mecánico de la serigrafía a la intención de pintar un cuadro".
Tomemos el ejemplo de las latas de sopa Campbell. Aquéllas son un producto comercial, aparentemente simples. Los lienzos parecen sin imaginación. Sin embargo, el artista les asigna un rol. Y aquella obra que aparenta una escasez de sentido, es interpretada por el espectador, quien le ofrece un significado. Éste está dado por la precariedad de los objetos, la caducidad. Las repisas del supermercado se vacían, sin embargo, en la pintura, los productos envasados permanecen. La degradación es una preocupación del artista, ejemplificada en las latas de sopa con la etiqueta quebrada.
Warhol interpela a una sociedad de consumo. Pinta las sopas Campbell cuando el 80% de las latas de sopa envasadas que se vendían en EEUU eran de aquella marca. Pinta latas aisladas, sacadas del medio masivo. Sin embargo, también pinta conservas en hileras. Reproduce la producción en serie de los objetos de consumo de masas. Crea una pared de etiquetas que se refiere a las estanterías de un supermercado. Lleva al espectador a relacionar la experiencia del consumo, la abundancia, con la apreciación de una obra de arte. Y éste se confunde: busca un punto focal con la mirada, su mirada se desplaza por el cuadro, pero el centro se encuentra disperso.
Sus retratos en series cuadriculadas, por ejemplo de Marilyn Monroe, Jackie Kennedy y Elvis Presley, las hileras de sopas, sellos de correo aéreo, billetes de dólar y botellas de Coca Cola, y ketchup Heinz demuestran que Warhol recoge la producción en serie, característica de una cultura de masas centrada en la experiencia del consumo.
Sin embargo, interpela al espectador. Recoge y propone. Ello se ve en su respuesta frente a la pregunta acerca del significado de las sopas Campbell, ¿Qué más da lo que la sopa o la lata de Campbell signifiquen para mí? Lo importante es lo que cada uno de vosotros piensa…Yo ya he hecho mi declaración. Está ahí".
[1] David Bourdon, Warhol (Editorial Anagrama, Barcelona, 1989) p. 90.
1 comentario:
Me llamó muchísimo la atneción el título de este artículo... "¿arte?". es quizás uno de los conceptos humanos más controversiales porque hasta el día de hoy no se ha podido dar una única definición de ello. Ok, vivimos ne un mundo en que la relatividad lo está empapando todo y no existen conceptos únicos para cada palabra. Las barreras del significado son tan ambiguas como quizás el mismo mensaje que Warhol intentaba transmitir desde su obra. Según lo que tu definas ocmo arte, podrás recién interpretar lo que Warhol comunicaba. He ahí una palabra que personalmente considero clave en la obra de un artísta, una obra de arte: comunicar.
Lejos de ser una opinologa o una experta en la materia (siendo bien ignorante a decir verdad), veo en la obra de Warhol una clara intención de comunicar el cambio social que existía en EEUU. Esa transformación social (reflejada no sólo en el sueño americano, en las nuevas oportunidades y formas de consumo), quizás no sólo la vio Warhol, pero es en la forma en que la comunica donde recae la originalidad, creactividad y su arte.
Creo que Warhol tuvo la clara intención de democratizar en cierta forma las concepciones de arte. Ya no era algo abstracto, desconocido o incomprensible para unos pocos. Toma actores y patrones comunes y reconocibles por las masas, y los iconiza como arte.
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